Mitos sobre la alimentación natural
Con las opciones que existen para alimentar a nuestros perros, es normal que existan informaciones incorrectas que puedan confundirnos. En este blog vamos a hablar de 5 mitos de la alimentación natural para desmentir algunas creencias acerca de este tipo de comida.
Mito 1: Los huesos son peligrosos
Los huesos solo son peligrosos si los cocinamos, ya que pierden humedad y se astillan. Si no están sometidos a cocción, se deben triturar por completo. Los huesos carnosos se tienen que dar crudos, y son seguros y muy beneficiosos porque son un importante componente de la dieta natural. Recomendamos, por lo general, los huesos recubiertos de carne (la proporción ideal sería 50% hueso y 50% de carne).
Estos huesos suponen una fuente rica en calcio y otros minerales primordiales para el correcto funcionamiento del organismo de nuestro peludo. Y es la mejor forma de mantener una dentadura impecable, ya que les elimina el sarro gracias a la fricción.
Mito 2: Se tarda mucho tiempo en preparar esta dieta
Puede que el día en que hagamos la compra tengamos que perder tiempo en ir al supermercado, igual que haríamos con nuestra propia comida. Pero existen menús que ya vienen preparados, como los de Dogfy Diet, que hacen que sea más sencillo dar este tipo de alimentación natural. Y no solo eso, sino que veremos cómo nuestros peludos disfrutan comiendo una alimentación de verdad.
Mito 3: La alimentación natural hace que nuestras mascotas se vuelvan agresivas
Ningún estudio demuestra que un perro alimentado de forma natural, es decir, como se alimentaria en estado salvaje, se vuelva más agresivo que uno alimentado con pienso. La carne no es peligrosa ni vuelve peligroso a nuestro perro, al contrario, los beneficios son muchos. Es verdad que los perros pueden volverse algo territoriales cuando hay un hueso o carne en juego, pero principalmente ocurre con otros perros y no con sus dueños.
No tiene ningún sentido que se vuelvan agresivos, ya que, si estuvieran en un estado salvaje, comerían presas que ellos mismo cazarían. Además, estos mismos perros pueden comportarse de la misma manera cuando se trata de un juguete o al comer pienso, lo que entonces se hablaría de un problema de comportamiento que debe corregirse con ayuda de un profesional, y no de agresividad por consecuencia de la dieta natural.
De hecho, muchos perros con problemas de comportamiento (ansiedad, miedo…) mejoran con el simple hecho de darles una alimentación natural apropiada. También podemos incluir en su dieta alimentos como los ácidos grasos Omega 3, que ayudarán a reducir los niveles de estrés.
Mito 4: La alimentación natural produce sarro
Justamente la alimentación natural genera mucho menos sarro que la comida procesada. Los residuos que dejan los piensos se quedan en los dientes, provocando mal aliento y sarro. El sarro se provoca en dietas con mucho hidrato de carbono, como es el caso de los piensos. En cambio, una dieta basada en comida natural, con más carne, crea un balance más ácido en el entorno bucal y cuida la salud de la boca.
Mito 5: La comida natural estriñe
Es de los primeros cambios que se perciben cuando cambiamos la alimentación ultraprocesada (pienso) por una alimentación natural. Existe una gran diferencia, ya que las heces de los perros que son alimentados con comida natural son menos voluminosas, más compactas, de aspecto arenoso, casi ni huelen, no se quedan pegadas en el suelo y se dan con menor frecuencia. Todo esto es debido a que se absorben mejor los alimentos, por lo que se generan menos residuos.