¿Cómo es un Ratón de Praga?
De tamaño minúsculo, el Ratón o Ratonero de Praga es un perro de origen europeo. Su aspecto recuerda al del Pinscher mini. Perfectamente adaptado a la vida urbana, sus dimensiones no le impiden ser un gran guardián. Descubrimos sus secretos a continuación.
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Guía de contenidos
¿Cómo es un auténtico Ratón de Praga?
Cuando pensamos en los perros guardianes, lo normal es imaginar razas grandes y de aspecto imponente, gracias al que consiguen ahuyentar a los intrusos. Pero son muchos los perros de dimensiones tan reducidas como el Ratón de Praga que muestran aptitudes para la defensa de los hogares.
Así, aunque su minúsculo tamaño no consiga impresionar ni asustar a nadie, el Ratón de Praga actúa como cualquier perro guardián más grande. Siempre atento, enérgico y activo, no dudará en ladrar y dar la voz de alarma en cuanto perciba la presencia de extraños o de cualquier sonido que represente una potencial amenaza en las inmediaciones de su hogar.
Esto no quiere decir que no sean cariñosos o que manifiesten una territorialidad excesiva. Al contrario, son perros muy apegados a su familia y pueden adaptarse a diferentes hogares. Eso sí, conviene socializarlos desde el momento en el que lleguen a casa para favorecer que acepten distintas situaciones.
Así es el carácter del Ratón de Praga
Pequeños pero matones, es una frase que podría describirlos perfectamente ya que son perros con un carácter fuerte y valiente. El temperamento del Ratón de Praga lo convierte en un perro ideal para entornos familiares y gracias a su reducido tamaño, se adapta a cualquier tipo de vivienda.
Son perros cariñosos y juguetones, aunque con carácter. No son juguetes para los niños de la casa, por su fragilidad y por la probabilidad que tienen de recibir un mordisco si no se portan bien con el. Esta raza es muy guardiana y no solo nos avisará ante intrusos, su valor también hará que nos defienda. Muy probablemente, no son conscientes de su tamaño.
¿Qué cuidados necesita un Ratón de Praga?
Además de los cuidados similares a los de cualquier otro perro, con el Ratón de Praga hay que tener ciertas precauciones especiales. Nos referimos, en concreto, a un importante punto débil de la raza: los huesos. Así, los huesos del Ratón de Praga, sobre todo en las extremidades, son muy finos y, por lo tanto, más susceptibles de lesionarse.
Para evitar problemas de gravedad, como las fracturas, hay que vigilar el entorno en el que se encuentra el perro, sobre todo mientras está solo, para garantizar su seguridad. Hay que protegerlo de potenciales caídas y de golpes. Igualmente, no deben fomentarse los juegos bruscos. El Ratón de Praga es muy juguetón y no puede prescindir del tiempo de juego.
Pero es una actividad que hay que desarrollar con garantías. Es muy importante educar a los niños con los que vaya a convivir, de ser el caso. Debemos enseñarles a que no jueguen a lo bruto con estos perros, no los manejen de manera brusca, no los levanten de cualquier forma por las patas ni a la fuerza, no los dejen caer, etc. Es la mejor manera de prevenir.
Historia de la raza
Como su nombre indica, se trata de un perro procedente de la actual República Checa. Por desgracia, no está muy difundido más allá de su país de origen y de los países de los alrededores. Su denominación original es Prazsky krysavik, que significa «perro hermoso de Praga». Estuvo al borde de la extinción.
Fue a partir de la década de 1980 cuando la raza experimentó un resurgimiento y se orientó su cría programada a la consecución de un perro de compañía, especialmente adaptado a los entornos urbanos. También se fomentó su participación en exposiciones caninas por distintos países europeos, siendo desde entonces cada vez más popular y conocido.
Ratón de Praga y Pinscher mini
Es cierto que el Ratón de Praga puede recordar en ciertos aspectos al Pinscher mini. Por ejemplo, en su tamaño pequeño, su capa negra y fuego o en determinadas características físicas. Pero son razas completamente diferentes que no tienen ningún parentesco. Tampoco hay relación con el Chihuahua, a pesar del pequeño tamaño que caracteriza a ambas razas.