Necesidades de un perro y cómo satisfacerlas

Los perros tienen necesidades propias que pueden variar en función de sus características, estado de salud y la etapa de vida en que se encuentra. Como tutor, es fundamental que conozcas tus responsabilidades antes y después de adoptar un perro, para asegurarte de brindar una buena calidad de vida a tu mejor amigo.

Nadie nace sabiendo cómo cuidar a un perro y cuáles son sus necesidades, por eso hemos querido recopilarlas y mostrarte cómo actuar. ¿Empezamos?

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5 Necesidades básicas de un perro

Siempre decimos que cada perro es un mundo, es decir, que cada peludo tiene unas particularidades en su personalidad y preferencias que pueden generar requerimientos más específicos. No obstante, hay algunas necesidades básicas y libertades clave para el bienestar animal que los tutores deben priorizar en la crianza de sus perros. Son estas:

Alimentación completa y equilibrada

La alimentación es uno de los pilares de la salud y el bienestar de todos los seres vivos, incluyendo los perros. A través de los alimentos nuestros mejores amigos logran obtener la energía y nutrientes esenciales para el óptimo funcionamiento de su organismo.

Hay que tener en cuenta que los requerimientos nutricionales de un perro varían a lo largo de su proceso de crecimiento y desarrollo. Por ello, las necesidades de un perro adulto, en términos nutricionales, son diferentes a las de un cachorro y de un perro anciano.

Un ambiente cómodo y enriquecido

Otra de las necesidades de un perro es tener su propio espacio en el hogar con elementos básicos para sentirse cómodo y protegido. Por ejemplo, una cama o colchón compatible con su tamaño, comedero y bebedero, algunos juguetes, entre otros.

Más allá de mantenerlo entretenido, los juguetes son importantes para enriquecer su ambiente. Hoy en día, son muchísimos los perros que pasan varias horas solos en casa. El enriquecimiento ambiental es clave para que hagan ejercicio y trabajen su inteligencia, incluso cuando no están acompañados. 

Actividad física

El sedentarismo es un factor de riesgo para la salud de nuestros mejores amigos, por lo que la actividad física regular es otra de las necesidades básicas de un perro. Los paseos diarios son lo mínimo y necesario para satisfacer su demanda de ejercicios físicos, además de permitirles interactuar con otros individuos y entornos.

Recuerda que no sacar a pasear a tu perro tiene un impacto negativo en su comportamiento y salud, aumentando el riesgo de problemas de socialización y conducta.

La cantidad y la duración de los paseos pueden variar según el nivel de energía de tu mejor amigo. Pero, en líneas generales, se recomienda hacer al menos tres paseos diarios de 20 a 40 minutos.

Para los perros más enérgicos, también es muy recomendable la práctica de deportes caninos, como el agility o el canicross, por ejemplo.

Medicina preventiva

Para prevenir las enfermedades más comunes y peligrosas en los perros, es fundamental que apliques todas las vacunas obligatorias con la frecuencia adecuada.

Recuerda que los cachorros son especialmente vulnerables porque su sistema inmune aún se está desarrollando. Por ello, el calendario de vacunas para cachorros es más detallado y es importante completarlo antes de sacar a pasear a tu pequeño compañero.

También es fundamental hacer las desparasitaciones internas y externas con productos adecuados al tamaño y al peso corporal de tu mejor amigo. Además, puedes usar algunos remedios caseros para ayudar a eliminar garrapatas de tu peludo o del hogar.

Educación y adiestramiento

La educación de un perro es lo que nos permite ver reflejadas en su comportamiento las conductas que consideramos adecuadas o agradables. Es decir, si esperamos tener un perro obediente y de carácter equilibrado, debemos trabajar en su educación desde su llegada al hogar e idealmente desde una temprana edad.

Ten en cuenta que la educación va más allá del adiestramiento canino. Aunque este último sea fundamental para estimular la inteligencia del perro y enseñarle las órdenes básicas de obediencia, una buena educación también incluye la socialización del perro.

Socializar a un perro significa enseñarle a convivir de forma positiva con los diferentes estímulos, entornos e individuos con los que entrará en contacto a lo largo de su vida. Por ello, se trata de un proceso clave para prevenir una infinidad de problemas de comportamiento que van desde una conducta extremadamente miedoso e insegura, hasta la agresividad en perros.

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